BIENVENIDOS

domingo, 22 de agosto de 2010

CRÓNICA UNIQUINDÍO



EL DUENDE QUE CUIDA EL ALTO DEL CASTILLO


ESCRITO POR: Julieth Viviana Ramírez Gutiérrez

Alumna de Comunicación Social, Universidad del Quindío, 2010

El amor por los animales lo llevo a entregarles su vida entera


Durante muchos años ha sido el único acompañante de los menos protegidos, Javier ha dedicado mucho tiempo a esta labor.

El maltrato y abandono animal, es un problema social del que muy pocos se ocupan. Javier mesa Jaramillo, un hombre de 55 años ha pasado su vida entregando amor y respeto a los animales abandonados. En Calarcá, Quindío, territorio colombiano, vive en una casa de campo con 17 perros; día a día busca la manera de darles alimento con sus escasos recursos. Aunque recibe el apoyo de algunas fundaciones protectoras de animales, el gobierno municipal no le brinda su respaldo en esta iniciativa.

Javier Mesa Jaramillo, nació el 15 de enero de 1955 en Armenia, pero es hijo adoptivo de Calarcá desde hace 23 años, ama a los animales y los respeta como se merecen. Vive con una gran familia, 17 perros que son su única compañía, con los que comparte sus poemas a diario en el alto del castillo, en una pequeña y humilde finca que el bautizó como “la comunidad”, allí cultiva legumbres y hortalizas. No obstante, es un hombre muy relajado, desde muy joven vegetariano por respeto a los animales, de joven fue un hippie, mochilero de barba y caminante, pero solo en Colombia; nunca estudió veterinaria, pero los conocimientos que ha adquirido con las experiencias que ha tenido lo han convertido en el veterinario que muchos con diploma quisieran tener. Javier se las arregla a diario para darles comida a sus 17 amigos, todas las mañanas baja desde su finca hasta el centro de Calarcá con uno de sus perros, allí personas de buen corazón le regalan alimento o dinero. También va hasta donde Jorge Julio Echeverry, notario, amante de los animales y presidente de la fundación defensora y protectora de animales de Calarcá (FUNDEPAC), fundación con la que Javier trabaja y de la cual recibe asistencia veterinaria y comida para los perros.

Javier siempre ha tenido contacto con los animales. En su primer diciembre en casa una perra Doberman recién parida lo robó y lo escondió, todos los vecinos de las casas de campo cercanas ayudaron a buscarlo. Mas tarde, luego de una ardua búsqueda los encuentran a él y a la perra, días después la familia muestra con orgullo la foto que tomaron cuando los encontraron, todos pensaban que Javier estaba muerto.

Cuando apenas tenía 10 años pensaba en el sufrimiento de los perros callejeros, le daba comida y amor a todos los caninos de la casa de campo de sus padres. Después, en 1970 abandonó sus estudios porque su familia afrontaba una situación económica muy difícil, era muy indisciplinado además,  lo echaron de todos los colegios privados de Armenia. Luego, a sus 20 años viajó a Medellín a conseguir empleo y ayudar a su familia, pero el viaje no fue muy exitoso.


A mediados de 1980 viajó desde Medellín hasta Chocó, territorio colombiano para seguir en busca de trabajo. En 1985 regresó al Quindío, recibió parte de una herencia de su abuela materna con la cual su mamá le quería comprar un taxi para que trabajara dejara pero Javier siempre se opuso a esta idea. Aproximadamente, dos años después conoció el cerro del castillo, quedo encantado de los hermosos paisajes y convenció a su mamá que le comprara esta casa  de campo.

El maltrato y abandono animal son un problema de salud pública que nos implica a todos como lo manifiesta la Fundación Rescate Para Animales Desamparados (FRAD) (2010).  “Si el interés general es el punto común de convergencia entre todos los intereses, no puede haber un derecho u obligación que lo sobrepase, porque entonces el fin que persigue la sociedad seria irrealizable”. Es por eso que vemos las basuras regadas en las calles, lo cual causa malos olores y nos incomoda a todos. De acuerdo con este planteamiento, todos nos vemos involucrados en esta situación y también nos disgusta pero, la realidad es que no nos preocupamos lo necesario para que las cosas cambien.


Otro tema importante en el  debate en cuanto a maltrato animal son las corridas de toros. Para pocos, son símbolo de cultura pero para muchos son sinónimo de maltrato y crueldad. Marín (2010), "las corridas de toros solo se podrán acabar cuando dejen de generar pasión, y eso es algo que todavía no va a pasar porque estamos viendo una renovación en la sangre dentro del ambiente taurino". En síntesis, la conciencia es la única forma  de acabar con esta tortura que para  muchos es cultura.

Por otra parte, el respeto hacia todos los seres vivos que habitan nuestro entorno es un acto de evolución como lo enfatizó el médico Alejandro Varela Villegas, Secretario de Salud Pública Municipal de Cali (2009). “La dignidad de una sociedad radica en el respeto hacia todos los que la integran, vulnerar los derechos de los animales a través de este tipo de actos representa una acción inhumana”. Según lo dicho, para acabar con el maltrato animal es necesario crear conciencia de respeto desde que somos niños, así es más fácil convivir en sociedad y no sufriríamos este tipo de violencia social.

Meses después de haber comprado la casa de campo empezó a sembrar hortalizas y legumbres de toda clase con el fin de auto sustento. En 1989 ya habían vivido más de 50 perros con Javier, pero como él no podía vivir con todos, a diario salía a buscarles un buen hogar y casi siempre lograba conseguirlo. A mediados de 1997 muere “rock and roll”, es el perro que ha pasado más tiempo con Javier, vivió 18 años y su muerte fue por  causa natural.

En diciembre de 2008, ocurre algo que Javier nunca olvidará, él iba caminando por la calle 41 de la ciudad e Calarcá y de repente ve como una bolsa negra que parece ser de basura se empieza a mover, él se imagina que es un niño. Minutos después abre la bolsa con mucho cuidado y se entera que es una perrita Pomerania.  Inmediatamente la lleva a su casa, le da alimento, la cura de sarna y la baña con mucho amor, esta perrita se convierte en la favorita de Javier que a diario pasea con él por las calles de Calarcá, su nuevo nombre es Altagracia.

Casi un mes después en la caminata diaria de Altagracia y Javier una señora llama a la perrita por el nombre de Luna, ella feliz le mueve la cola y se para en dos paticas. A esta perrita la han robado de la casa tres meses antes que Javier la encontrara, tuvo que volverse una vagabunda para poder sobrevivir en la calle. De inmediato, Javier devuelve a la perrita a su hogar, una pequeña niña ha estado llorando la pérdida de su mascota por varios meses, pero vuelve a ser feliz cuando la vuelve a ver.

Casi 5 meses después del reencuentro de Luna con su familia, conocidos le cuentan a Javier que han visto en la galería una perrita en muy malas condiciones. Al otro día él va al sitio  y se encuentra con la sorpresa que la perrita es Altagracia. A las pocas horas  la lleva a la casa de la niña que algún día lloró la pérdida de su perrita y se encuentra con la sorpresa de que está desocupada, desde ese día Altagracia es perra más consentida de la comunidad.

Para mí, la labor que hace Javier es hermosa, quisiera vivir así rodeada de  muchos animales y ayudándolos, porque lo único que ellos hacen es darnos amor y algunas personas les pagan muy mal. Lo ideal sería que Javier recibiera ayuda del gobierno municipal, ya que una de las preocupaciones de sanidad es la cantidad de perros vagabundos, pero lo único que hacen es llevarlos a la perrera y allí los sacrifican, es un trato inaceptable para estos fieles amigos. Cuando abandonamos a un animal o lo maltratamos reflejamos nuestra irresponsabilidad con la naturaleza, ojala todas las personas tuvieran el mismo corazón de Javier y aportaran algo para acabar con esta crueldad animal. Obviamente el maltrato no solo se comete contra perros, sino contra muchos animales desprotegidos o en manos de codiciosos como las corridas de toros, las peleas de gallos, los circos; a veces me avergüenzo de pertenecer a la  raza humana.

Las estadísticas que se arrojan sobre crueldad animal durante los últimos 5 años en Colombia son desoladoras. La mayoría de casos suceden en los sitios más marginados de las ciudades que es donde hay más animales vagabundos esto debido a la falta de esterilización; muchas fundaciones defensoras de animales han hecho mucho por estos animales a veces sin apoyo de las entidades del estado. Los circos y la tauromaquia son el reflejo del maltrato más grave que sufren los animales y todo por la ambición al dinero; En el Quindío existen fundaciones defensoras de animales como corteza terrestre, FUNDEPAC (fundación defensora y protectora de animales de Calarcá), A.L.M.A ( armenia libre del maltrato animal),  cosmos, AMO (Asociación Amigos De Los Animales De Montenegro), las cuales velan por los animales sin protección pero estos esfuerzos no son suficientes ya que a diario vemos muchos animales enfermos y sufriendo en las calles. La información suministrada por la Asociación a favor de los animales (AFA), revela que durante el 2009 en Bogotá la atención a los animales desprotegidos fue buena, pero para el 2010 lo ideal sería mejorar los servicios a las comunidades menos favorecidas.
Estadísticas suministradas por (AFA)
Actualmente Javier tiene 19 perros, ha dado en adopción cerca de 100 caninos, lo que más le pide a la vida es seguir ayudando como pueda  y agradece a todos los que los que colaboran con esta gran labor, pero lo que más anhela es que las personas tomen conciencia y respeten a los animales como lo merecen.

bibliografía:

- Fundación FRAD. A que nos enfrentamos en http://www.fradcartagena.es.tl/A-que-nos-Enfrentamos-f-.htm.   (consultado el 16 de noviembre de 2010)

- Marín, juan David (2010). Los jóvenes debaten acera de las corridas de toros. En el Tiempo.

- Varela, Villegas Alejandro. (2009) La Secretaría de Salud Municipal repudia el maltrato animal en http://www.cali.gov.co/salud/publicaciones.php?id=26114   (consultado el 16 de noviembre de 2010)




1 comentario:

  1. Buen comienzo; estaré atento al desarrollo del tema. Felicidades, Florentino

    ResponderEliminar